Este post fue originalmente publicado el 13/09/2015 en el WP de insanidadpublica.com
Conmovedora columna de Tatiana Grace, la terminé con un nudo en la garganta.
No tengo duda que mis padres eran el amor de la vida del otro ([mi madre] me lo dijo en su lecho de muerte). Tampoco tengo duda que sus vidas no resultaron tal como la habían planeado y que al final, simplemente fueron capturados por la rutina de ir desapareciendo. Simplemente estaban esperando que la vida fuera menos… dura
En el mismo tono, pero con diferente final, se me viene a la mente American Beauty (Sam Mendes, 1998, US) retratando fielmente los efectos que tiene la vida sobre los que la vivimos.
I guess I could be pretty pissed off about what happened to me, but it’s hard to stay mad when there’s so much beauty in the world. Sometimes I feel like I’m seeing it all at once and it’s too much, my heart fills up like a balloon that it’s about to burst. And then I remember to relax, and stand trying to hold on to it. And then it flows through me like rain and I can’t feel anything but gratitude for every single moment of my stupid little life.
Es curioso que la misma vida haga perder la perspectiva de lo importante, y uno termina creyendo que los problemas ordinarios de un piso de hospitalización, de la redacción de un paper, de los quehaceres de una oficina son realmente trascendentales. Pero también puede suceder que podamos cobrar consciencia del ruido, del muchas veces ensordecedor ruido, y percibir por encima de todo con claridad a la persona delante, a la naturaleza modelada matematicamente, al impacto real de una norma y sentir la belleza de la realidad aceptada y comprendida a cabalidad, aunque sea por un instante. Y de repente también se pueda aprender a cerrar los ojos y concentrarse con todas las fuerzas, para dejar todo de lado, coger una hoja de papel y escribir lo que realmente merezca ser oído.